BIBLIOGRAFÍA VI.
Smeltzer S, Bare B. Enfermería
Medicoquirúrgica. Vol I. 10ª ed. México: Mc Graw Hill Interamericana; 2007. p.
1133-1179.
Esta vez desarrollaré el proceso
de enfermería en pacientes con un trastorno anorrectal. Para ello, como
siempre, la enfermera comenzará con la valoración,
obteniendo la historia clínica y valorando tanto la presencia como las
características del ardor, prurito o dolor que sufra el paciente. Para conocer
estos datos la enfermera deberá realizar preguntas para saber si estos síntomas
se dan al evacuar, los hábitos de evacuación, de laxantes, alimenticios, si
hace ejercicio.... También preguntará por la presencia de sangre en heces y se
realizará una inspección de las mismas así como del área perianal para detectar hemorroides, fisuras, irritación o
pus.
Tras la valoración la enfermera realizará diagnósticos. Los mencionados en el libro son los siguientes:
-
Estreñimientos relacionado
con ignorar la urgencia de defecar porque causa dolor.
-
Ansiedad por operación
inminente o vergüenza.
-
Dolor agudo relacionado con
irritación, presión y sensibilidad del área anorrectal por la enfermedad y
espasmos del esfínter después de la operación.
-
Retención urinaria
relacionada con espasmo reflejo y temor al dolor en el postoperatorio.
-
Riesgo de manejo inadecuado
del régimen terapéutico.
Además de estos problemas que se mencionan también existe el
riesgo de hemorragia.
Tras la elaboración de los diagnósticos se planearán objetivos dirigidos a la consecución de
una defecación y micción adecuadas, la disminución de la ansiedad, el alivio
del dolor, el cumplimiento del régimen terapeútico, entre otros.
Después de elaborar los objetivos, la enfermera para la
consecución de los mismos deberá realizar intervenciones.
En este capítulo se exponen las siguientes:
· Para aliviar el estreñimiento, se aconsejará beber al menos dos
litros diarios de líquidos, incluir a fibra en la dieta, tomar laxantes si es
necesario y dedicar el tiempo necesario a la defecación sin esperar cuando
sienta la necesidad.
· Para aliviar la ansiedad, se explicará antes de la operación lo
que se va a hacer y se proporcionará la intimidad suficiente para disminuir la
vergüenza.
· Para aliviar el dolor es de vital importancia el uso de
analgésicos, sobretodo las primeras 24 horas posteriores a la operación, usando
hielo, posiciones relajadas, tranquilizantes, antieméticos… Los anestésicos se
aplican para aliviar la irritación y el dolor.
· Para favorecer la micción se pueden utilizar técnicas como dejar
que el agua corra, o gotear agua en el meato urinario para estimular la
micción, ya que existe tensión muscular y dolor.
· Debe vigilarse el lugar operado para prevenir y evitar
hemorragias, para lo cual será necesario no poner calor húmedo.
· Deben enseñarse los cuidados que debe llevar a cabo el paciente
para que la recuperación finalice de forma satisfactoria en el hogar. Para ello
el paciente deberá evitar frotar la zona con papel higiénico y realizar baños
de asiento varias veces al día.
El proceso de enfermería en pacientes con
trastornos anorrectales se dará como finalizado cuando se hayan cumplido los
objetivos propuestos al llevar a cabo las intervenciones y no haya ningún
riesgo de complicaciones (hemorragias).Evaluación.
He escogido el desarrollo del proceso de enfermería en pacientes
con trastornos anorrectales ya que en clase desarrollamos los problemas que se
dan en el ano y en la zona perianal, pero no habíamos desarrollado la
intervención de la enfermera ante estas situaciones, la forma en la que puede
ayudar al paciente y los diagnósticos que derivan de estas complicaciones.
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