Bibliografía:
Smeltzer S, Bare B. Enfermería Médico-Quirúrgica. Vol I. 10ª ed. México: McGraw-Hill Interamericana; 2007. p.1079-1132.
Resumen:
La colitis ulcerosa es
una enfermedad recurrente que afecta a la mucosa superficial del colon y que se
caracteriza por numerosas ulceraciones, inflamaciones difusas y descamación o
desprendimiento del epitelio del colon. Las lesiones son contiguas; se forman
abscesos. Con el tiempo, el intestino se angosta, se acorta y espesa debido a
la hipertrofia muscular y los depósitos de grasa.
Los síntomas
predominantes son: diarrea, dolor abdominal, tenesmo intermitente, hemorragia
rectal, pérdida de peso, fiebre, vómitos, deshidratación, cólicos… El paciente
informa de evacuación de heces líquidas de 10 a 20 veces al día.
Debe valorarse al
paciente para detectar taquicardia, hipotensión, taquipnea, fiebre, palidez,
deshidratación… El abdomen se examina, prestando atención a los ruidos
intestinales, a la distensión y a la hipersensibilidad.
Las heces son positivas para
sangre, y los resultados de los análisis de laboratorio revelan hematocrito y
concentración de hemoglobina bajos, además de un aumento en el recuento
leucocitario, niveles bajos de albúmina y desequilibrio de electrolitos.
Otras pruebas diagnósticas
son: radiografías, colonoscopia, enema baritado, endoscopio, tomografía por
computadora, resonancia magnética, gammagramas…
Las complicaciones de
la colitis incluyen: megacolon tóxico, perforación y hemorragia, ingurgitación
vascular y tejido de granulación muy vascularizado. La perforación del colon
por megacolon tóxico se relaciona con un índice elevado de mortalidad.
El tratamiento médico
tiene por objetivo reducir la inflamación, suprimir las respuestas inmunitarias
inadecuadas, proporcionar reposo al intestino, mejorar la calidad de vida y
evitar o reducir las complicaciones:
- Tratamiento nutricional. Se prescriben líquidos orales y una dieta baja en residuos y rica en proteínas y calorías, además de un tratamiento de complementos de vitaminas y reemplazo de hierro para satisfacer las necesidades nutricionales, reducir la inflamación y controlar el dolor y la diarrea. No se deben tomar alimentos fríos ni fumar. La nutrición parenteral suele estar indicada.
- Farmacoterapia. Se prescriben sedantes, antidiarreicos y antiperistálticos; no se interrumpen hasta que se normaliza la frecuencia y la consistencia de las heces. Las fórmulas de aminosalicilato se utilizan para prevenir o reducir la reincidencia en los regímenes de mantenimiento de largo plazo. Los corticoesteroides se utilizan para el tratamiento de la enfermedad grave y fulminante. Los inmunomoduladores se usan para modificar la respuesta inmunitaria.
Tratamiento quirúrgico. Del 15 al 20% de los pacientes con colitis ulcerosa
necesita cirugía porque no mejora y el deterioro sigue avanzando (hemorragia
profusa, perforación, formación de estenosis, cáncer…). Las técnicas más
utilizadas son las siguientes:
- Colectomía total con ileostomía. Creación quirúrgica de una abertura en el íleon o intestino delgado permite el drenaje de la materia fecal al exterior del cuerpo.
- Colectomía total con ileostomía continente. Extirpación de todo el colon y creación de un depósito continente en el íleon que elimina la necesidad de una bolsa externa para acumular la materia fecal.
- Colectomía total con anastomosis ileoanal. Creación de un depósito ileal conservando el control de la evacuación por el esfínter anal.
Comentario:
He escogido este fragmento del
capítulo porque me ha resultado muy interesante la explicación del tratamiento,
tanto médico como quirúrgico. Así mismo, me han parecido interesantes las distintas pruebas diagnósticas.
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