Smeltzer SC,  Bare BG. Tratamiento de pacientes con trastornos intestinales y rectales. De: Brunner y Suddharth. Enfermería Mequicoquirúrgica. Vol I. 10ª ed. México DF: Mc Graw-Hill; 2005. p1147-115.

Enfermedad de Crohn

Es una enfermedad crónica que afecta al aparato digestivo, que por el momento no se puede curar, y que no es contagiosa.
La enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, son las principales enfermedades del grupo de Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), pero hay diferencias entre ambas.
La enfermedad de Crohn afecta más comúnmente el final del intestino delgado (el ilión) y el principio del intestino grueso (el colon), aunque también puede afectar a  cualquier parte del sistema digestivo. Por otro lado, la colitis ulcerosa limita su afectación al colon.
En la enfermedad de Crohn, todas las capas del intestino pueden estar afectadas, y puede haber partes sanas entre tramos del intestino enfermo. En contraste la colitis ulcerosa afecta únicamente las capas superficiales (la mucosa) del colon en una distribución más pareja y continua.
Los síntomas más comunes de la enfermedad de Crohn son: dolor abdominal, retortijones frecuentes, diarrea (puede empezar lentamente o de repente), necesidad de ir al baño con frecuencia, a veces sangrado rectal, anemia (que puede causar mareos o cansancio), pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre. Durante los períodos de síntomas activos, los pacientes también pueden experimentar fatiga (cansancio extremo), lesiones en la piel, en los ojos, o dolores en las articulaciones. En niños y adolescentes puede haber retraso en el crecimiento. 
Es muy importante saber que en esta enfermedad los síntomas suelen tener tendencia recidivante, es decir, que alternan periodos de actividad de la enfermedad con síntomas importantes (conocidos como brotes o crisis), con otros periodos en los que la enfermedad se atenúa (fases de remisión).
En ocasiones, se puede tener un brote grave de la enfermedad y ser necesario un tratamiento hospitalario. En casos muy graves, puede ser necesario extirpar, mediante cirugía, las partes afectadas del intestino. La cirugía a veces incluye la creación de una ileostomía.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica,  y debido a que, de momento, no hay cura médica para la enfermedad, la meta es suprimir la respuesta inflamatoria. Esto permite que el tejido intestinal sane y se alivian los síntomas. Una vez que los síntomas son controlados, la terapia médica es usada para hacer menos frecuente los brotes de enfermedad y mantener los períodos de remisión.

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