BIBLIOGRAFÍA VII.
Bliss D, Sawchuk L. Intervención
enfermera. Problemas del tracto gastrointestinal inferior. En:O´Brien P,
Giddens J, Bucher L. Enfermería Medicoquirúrgica. Valoración y Cuidados de
Problemas Clínicos. Vol II. 6ª ed. Madrid: Elseiver; 2004. p. 1079-1132.
En esta bibliografía hablaré de la diverticulitis y la diverticulosis. Para
ello será necesario definir cada una de ellas estableciendo relaciones y
diferencias, intentaré establecer las causas, los métodos diagnósticos y los
cuidados de colaboración que realiza la enfermera.
Un divertículo es una
dilatación en forma de saco de la mucosa de la pared intestinal que puede
aparecer de dos formas: en forma de diverticulitis,
si los divertículos están inflamados o de diverticulosis
si están inflamados. Estas afecciones puedes aparecer en cualquier punto del
tracto gastrointestinal y afectan por igual a hombres y mujeres siendo la
incidencia del 50% en personas de edad avanzada.
Cuando se forman divertículos se da un engrosamiento de la
musculatura del colon que junto con la falta de fibra dificultan el paso de las
heces y se da la formación de los mismos.
La causa de la diverticulitis
está relacionada con la retención de heces y bacterias en el divertículo,
provocando inflamación y perforación, edemas y abscesos e incluso peritonitis.
Tanto la diverticulitis como la diverticulosis producen dolores espasmódicos en el
flanco izquierdo aunque en general no se suelen presentar síntomas.
Pero estos dos problemas pueden agudizarse y entonces la persona
sufrirá abscesos, perforaciones, hemorragias…teniendo que alimentarse de forma
parenteral, llegando a necesitar incluso una colostomía temporal.
Así pues para detectarlo
el capítulo propone análisis de orina, de sangre oculta en heces, enema de
bario (en busca de estrechamientos), colonoscopias (en busca de pólipos)…
aunque si hay inflamación (diverticulitis) están desaconsejadas tanto la
colonoscopia como el enema ya que pueden agravar el problema.
Al tratarse de un problema de colaboración la enfermera se encargará de instruir y proporcionar al
paciente una dieta rica en fibra, en líquidos, administrará laxantes de
volumen, fármacos que alivien el malestar… y explicará de una forma
adecuada el cuadro clínico.
También la responsabilidad recae en el paciente ya que deberá
evitar posiciones que aumenten la presión intraabdominal, debe cumplir con el
régimen preescrito para así evitar complicaciones, etc.
He escogido desarrollar el tema de diverticulitis y diverticulosis,
ya que en clase no me dio tiempo a asimilarlo totalmente por la acumulación de
datos de estos dos problemas que me parecían tan similares. Mediante la lectura
de este capítulo he conseguido tener una idea de las dos enfermedades sabiendo
en qué se relacionan y qué tienen de diferentes, los posibles síntomas, diagnósticos
y como tratarlo.
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