BIBLIOGRAFÍA V.
Williams S, Birnie V, Remington R. Cuidados de enfermería de pacientes con
trastornos gastrointestinales inferioires. En: Williams L, Hopper P . Enfermería Medicoquirúgica. 3ª ed. México: Mc Graw Hill Interamericana; 2009. p. 719-752.
En esta bibliografía hablaré de la enfermedad de Crohn, también conocida como enteritis
regional.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria que puede
darse en cualquier parte del intestino (siendo más común la parte terminal del
ileon). Este problema comienza causando inflamación en la mucosa, lo que provoca
abscesos, fisuras y fístulas, hasta desencadenar en obstrucción.
Aunque no se sabe la causa exacta del comienzo de la
enfermedad, se mencionan algunas en este libro como posibles desencadenantes o factores que predisponen a ella como
son: procesos autoinmunitarios, tendencia familiar, agentes infecciosos…
También el estrés puede agravar la enfermedad.
La enteritis regional se diagnostica con más frecuencia entre los
15 y 30 años y en mayor porcentaje en mujeres.
Una persona que presenta esta enfermedad sufre dolor abdominal de
tipo cólico, pérdida de peso y diarrea. Estas dos últimas manifestaciones se presentan como consecuencia de la falta de
alimento y la malabsorción del mismo. La falta de alimento se produce por la
ingesta deficiente que realiza el paciente debido al dolor que presenta tras
las comidas. Si la diarrea se cronifica podría darse un desequilibrio
hidroelectrolítico.
Otros síntomas no gastrointestinales pero pertenecientes a
enfermedad serían la artritis, las lesiones cutáneas, inflamación en los ojos y
alteraciones funcionales del hígado.
Además de estos problemas que he mencionado (desnutrición,
fisuras, abscesos…), el capítulo habla de la formación de fisuras de distintos
tipos (enterovesicales, enteroentéricas, enterocolónicas, enterocutáneas…) que
pueden ocasionar irritación y aumento de desarrollar infecciones.
Para el diagnóstico de
esta enfermedad se pueden realizar:
-
Endoscopias con biopsias de
las zonas afectadas, ya que así se podrán diferenciar zonas afectadas y zonas
inflamadas. Se confirmará la enfermedad de Crohn si en la biopsia aparecen
granulomas.
-
Tomografía de coherencia
óptica, que permitirá diferenciar esta enfermedad de la colitis ulcerativa.
-
Pruebas bioquímicas, como por
ejemplo la medición de la concentración de albúmina (puede estar baja por
desnutrición o malabsoreción).
-
Examen de heces.
-
Pruebas con anticuerpos.
Una vez diagnosticada la enfermedad, se aplicará un tratamiento dirigido al mantenimiento
pero no a la cura, ya que no la hay. Para ello, los medicamentos
(inmunoestimuladores, corticosteroides, antibióticos…) se usarán para reducir
la inflamación a corto o a largo plazo. Pero con el paso del tiempo, la
corrección quirúrgica para la obstrucción, estenosis, abscesos, fístulas… será
una opción aunque no erradicará este problema.
Por último las autoras mencionan como un punto importante que
ayuda a disminuir las complicaciones el llevar a cabo una dieta saludable (no
específica), pudiendo requerir complementos de vitamina B por ejemplo, evitando
alimentos que empeoren los síntomas… Aunque en fases agudas de la enfermedad
pueden requerir alimentación enteral.
He escogido este tema ya que afecta a muchas personas hoy en día a
edades jóvenes (disminuyendo la calidad de vida). Además me parecía interesante
tratarlo por la cantidad de complicaciones gastrointestinales o no gastrointestinales
que conlleva. Me ha venido bien desarrollarla para así comprender este problema
tan complejo, intentando manejarme con mis propias palabras, sirviéndome
también como resumen de los apuntes.
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