Bibliografía 5 (20/10/14).

BIBLIOGRAFÍA V.


Williams S, Birnie V, Remington R. Cuidados de enfermería de pacientes con trastornos gastrointestinales inferioires. En: Williams L, Hopper P . Enfermería Medicoquirúgica. 3ª ed. México: Mc Graw Hill Interamericana; 2009. p. 719-752.


En esta bibliografía hablaré de la enfermedad de Crohn, también conocida como enteritis regional.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria que puede darse en cualquier parte del intestino (siendo más común la parte terminal del ileon). Este problema comienza causando inflamación en la mucosa, lo que provoca abscesos, fisuras y fístulas, hasta desencadenar en obstrucción.
Aunque no se sabe la causa exacta del comienzo de la enfermedad, se mencionan algunas en este libro como posibles desencadenantes o factores que predisponen a ella como son: procesos autoinmunitarios, tendencia familiar, agentes infecciosos… También el estrés puede agravar la enfermedad.
La enteritis regional se diagnostica con más frecuencia entre los 15 y 30 años y en mayor porcentaje en mujeres.
Una persona que presenta esta enfermedad sufre dolor abdominal de tipo cólico, pérdida de peso y diarrea. Estas dos últimas manifestaciones se presentan como consecuencia de la falta de alimento y la malabsorción del mismo. La falta de alimento se produce por la ingesta deficiente que realiza el paciente debido al dolor que presenta tras las comidas. Si la diarrea se cronifica podría darse un desequilibrio hidroelectrolítico.
Otros síntomas no gastrointestinales pero pertenecientes a enfermedad serían la artritis, las lesiones cutáneas, inflamación en los ojos y alteraciones funcionales del hígado.
Además de estos problemas que he mencionado (desnutrición, fisuras, abscesos…), el capítulo habla de la formación de fisuras de distintos tipos (enterovesicales, enteroentéricas, enterocolónicas, enterocutáneas…) que pueden ocasionar irritación y aumento de desarrollar infecciones.

Para el diagnóstico de esta enfermedad se pueden realizar:
-       Endoscopias con biopsias de las zonas afectadas, ya que así se podrán diferenciar zonas afectadas y zonas inflamadas. Se confirmará la enfermedad de Crohn si en la biopsia aparecen granulomas.
-       Tomografía de coherencia óptica, que permitirá diferenciar esta enfermedad de la colitis ulcerativa.
-       Pruebas bioquímicas, como por ejemplo la medición de la concentración de albúmina (puede estar baja por desnutrición o malabsoreción).
-       Examen de heces.
-       Pruebas con anticuerpos.
Una vez diagnosticada la enfermedad, se aplicará un tratamiento dirigido al mantenimiento pero no a la cura, ya que no la hay. Para ello, los medicamentos (inmunoestimuladores, corticosteroides, antibióticos…) se usarán para reducir la inflamación a corto o a largo plazo. Pero con el paso del tiempo, la corrección quirúrgica para la obstrucción, estenosis, abscesos, fístulas… será una opción aunque no erradicará este problema.

Por último las autoras mencionan como un punto importante que ayuda a disminuir las complicaciones el llevar a cabo una dieta saludable (no específica), pudiendo requerir complementos de vitamina B por ejemplo, evitando alimentos que empeoren los síntomas… Aunque en fases agudas de la enfermedad pueden requerir alimentación enteral.




He escogido este tema ya que afecta a muchas personas hoy en día a edades jóvenes (disminuyendo la calidad de vida). Además me parecía interesante tratarlo por la cantidad de complicaciones gastrointestinales o no gastrointestinales que conlleva. Me ha venido bien desarrollarla para así comprender este problema tan complejo, intentando manejarme con mis propias palabras, sirviéndome también como resumen de los apuntes.

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